miércoles, 6 de febrero de 2013

Hoy di un paso más como APÁTRIDA!


Desde el principio decidí cuando compré el billete en España que no volvería en la fecha indicada. Tenía que comprar la vuelta porque las autoridades brasileñas así lo exigen como respuesta a la política aplicada por España a los turistas brasileños durante años.

Pero, desde el primer momento supe que no volvería ese 6 de febrero. Hoy ha llegado la fecha y no oculto que siento algo de vértigo y también, por qué no, de emoción. Un sentimiento de apátrida que me lleva a vagar por las fronteras de latinoamérica sin pertenecer de forma exacta a ningún país, a ningún lugar.

Es extraño, sé que mi avión de vuelta saldrá esta noche, pero yo no iré montada en él. Tampoco sé exactamente cuál será mi próximo destino después de Brasil. Uruguay y Chile se postulan como candidatos, pero cuál de ellos será, todavía es incierto.



No pensé que pasaría tanto tiempo en Brasil, han pasado ya casi tres meses y aún me queda mucho por recorrer, he disfrutado el país con esa cadencia propia de quien no tiene prisa, mascando los lugares y las personas. No tengo voluntad todavía de salir, pero el 14 de febrero se acaba mi visado y para poder renovarlo tengo que cruzar alguna frontera y volver a entrar. Es la política de reciprocidad. 






Ayer bromeaba con un amigo chileno, hoy los españoles sois los "espaldas mojadas" de latinoamérica. En algunos países, como Brasil o Venezuela nos exigen una carta de invitación o dirección del hotel donde vamos a permanecer, un justificante de poseer recursos económicos suficientes durante nuestra permanencia en el país y un billete de vuelta con la fecha cerrada. Además, Brasil recientemente cambió las leyes y si deseas renovar tu visado de 90 días, ya no puedes hacerlo dentro del país, es necesario salir y volver a entrar. 




Esta es la respuesta a una política soberbia aplicada por España durante mucho tiempo a los turistas latinoaméricanos cuando nos creímos europeos y con derecho a decidir sobre el destino de los otros. No entro a valorar si la respuesta es o no acertada, pero es lo que hay y tenemos que aceptarlo sin más.

Hoy todas estas complejidades y mi decisión de no tomar ese avión, me dejan en condición de errante, no es que me importe demasiado, nunca tuve pertenencia exacta a ningún lugar. Pero, he de reconocer que la sensación es como si no existiera suelo debajo de mis pies. Aunque, quizá esa misma circunstancia haga más apasionante esta aventura de www.devueltaalmundo.com  


Cómo se irá hilvanando el camino, qué sucederá de aquí en adelante es algo que ni yo misma sé, pero, a decir verdad, tampoco me importa!

8 comentarios:

  1. Bravo! Algún día me gustaría tener esa sensación de no pertenecer a ningún sitio, estar en un algún lugar del mundo sin saber cuando regresaré a mi casa. No sé si llegará ese día, tal vez nunca me atreva a hacerlo, pero partir en un viaje así es algo que deseo desde hace mucho.
    Sobre tu próximo destino, aunque me han hablado muy bien de Uruguay, lo cierto es que no lo conozco, pero sí Chile, país en el que estuve 11 días. Si yo tuviera que elegir, lo tendría clarísimo, regresaría a Chile para conocer más a fondo este país que me enamoró.
    Pero supongo que tu decisión dependerá de muchos factores que sólo tú conoces. En cualquier caso, ahora mismo me suscribo a tu blog para estar informado de tus siguientes pasos.
    Un saludo! :-)

    ResponderEliminar
  2. Muchas gracias, Victor!

    La verdad es que es una sensación que produce vértigo, pero a la vez es maravillosamente sugerente!

    Gracias por la recomendación, lo cierto es que yo solo conozco el sur de Chile, la Patagonia chilena y me pareció fascinante. Así que ahora mismo hay una lucha entre los dos destinos -Uruguay y Chile- cuál de los dos ganará es algo que todavía desconozco, pero efectivamente depende de muchos factores.

    Si te apetece también puedes seguirme en facebook https://www.facebook.com/pages/Devueltaalmundo/115074538655281

    Un abrazo enorme y mil gracias, de nuevo, por tu comentario.

    ResponderEliminar
  3. Uno de mis dos libros (sin publicar) trata de como un señor, tras superados los 50 años de edad, coge la mochila y se lanza al mundo, sin más. Pero una cosa es contarlo y otra vivirlo. Yo lo pasé muy bien escribiendo e imaginando toda esta aventura, deseo que la tuya te haga feliz. Un abrazo.

    ResponderEliminar
  4. Muchas gracias.

    Es cierto que lanzarse al vacío, dejarlo todo y emprender un nuevo camino, un sueño perseguido desde hace mucho tiempo da vértigo, pero es esa misma adrenalina la que te mantiene firme para continuar con tu objetivo.

    Un abrazo enorme, fotosdeaquiydealla, e igualmente mucha suerte!

    ResponderEliminar
  5. Lo tendré, Sergio, no te preocupes. Muchas gracias.

    ResponderEliminar
  6. Sin comentarios. Me quedo sin comentarios.
    vértigo? vértigo no es la palabra que definiría en mí esa sensación. Vértigo es poco.
    Cuídate mucho, muchísimo.

    ResponderEliminar
  7. Muchas gracias, Alberto, como siempre!

    Un abrazo enorme!

    ResponderEliminar